Muchos estudiantes melgarinos que están genuinamente comprometidos perseveran a pesar de los desafíos. Los estudiantes comprometidos son atentos y curiosos. Le encuentran sentido a lo que están aprendiendo en las clases virtuales. A ellos queremos decirles que lo estan haciendo muy bien".
Pero, algunos de nuestros estudiantes no parecen estar interesados en ella. Es posible que algunos estudiantes no estén presentes en absoluto. Otros están presentes, pero no entregan los deberes o hacen solo lo mínimo. Entonces, ¿qué está impidiendo que nuestros estudiantes se involucren? A continuación los posibles obstáculos, que hemos detectado, para la participación del estudiante en el aprendizaje a distancia, y las formas en las que estamos ayudándolos.
1. Las circunstancias en la vida de los estudiantes han cambiado
En medio de una pandemia, la recesión económica y la tensión social, las vidas de nuestros estudiantes pueden haber cambiado drásticamente desde el día en que la escuela cerró. Muchas familias están lidiando con preocupaciones financieras, enfermedades, pérdidas, falta de vivienda y/o inseguridad alimentaria. O puede que sean vulnerables de otras maneras.
Es posible que los estudiantes ya no cuenten con una conexión a Internet, un dispositivo electrónico o un espacio para el aprendizaje. Es posible que algunos estudiantes no puedan participar en las reuniones a ciertas horas o a horas específicas. Otros puede que vivan en un entorno en el que están sucediendo muchas cosas que están tratando de bloquear u ocultar del resto de la clase.
En el salón de clases, cuando se trabaja con los estudiantes en persona todos los días, los docentes podemos tener una idea de quién podría estar teniendo dificultades en la casa. Podemos averiguar en privado cómo van las cosas. Durante el aprendizaje a distancia es más difícil tener esas conversaciones uno a uno, especialmente con estudiantes que no están participando.
Entonces lo que estamos haciendo es llamarlo por teléfono, a él/ella o a su familia, para saber cómo está. También apoyamos a las familias haciéndolas entender de qué manera organismos especializados pueden ayudar con los desafíos de sus hijos.
2. Los estudiantes están lidiando con estrés y trauma
El estrés y el trauma pueden interrumpir el procesamiento cognitivo, reducir las habilidades del funcionamiento ejecutivo de los estudiantes y alterar la regulación emocional. Todo eso hace que sea difícil aprender, pensar y participar de manera significativa.
Entre la ansiedad por la pandemia del coronavirus, muchos estudiantes se enfrentan a desafíos emocionales sin precedentes. Y es posible que no tengan el sistema de apoyo o las habilidades de afrontamiento para manejarlos.
Algo que estamos intentando es incorporar el aprendizaje socioemocional, en los planes de aprendizaje a distancia. Esto está ayudando a nuestros estudiantes a manejar las emociones sin tener que desvincularse. También puede ayudar a las familias a entender qué tipos de ayuda emocional están disponibles para su hijo.
3. El contenido de las lecciones no es accesible
Asegurarse de que los materiales sean accesibles puede ser un gran desafío, ya sea que los estudiantes los obtengan en línea o recojan materiales impresos en papel. Si los alumnos no se sienten cómodos con el sistema que se está utilizando, es posible que lo eviten. Se requiere tiempo para establecer normas y prácticas de un nuevo sistema, especialmente cuando se trata de tecnología. Es difícil determinar el grado de participación cuando todavía todos están aprendiendo cómo funciona el nuevo sistema.
En algunos casos, el contenido que se presenta de una manera nueva impide que nuestros estudiantes accedan a él. Por ejemplo, los estudiantes que tienen dificultades para procesar la información auditiva pueden tener problemas con las lecciones en video. Los estudiantes que necesitan más apoyo visual pueden tener dificultades con las instrucciones y los materiales con mucho texto. Los estudiantes del idioma inglés pueden tener dificultades para acceder al contenido sin el apoyo que normalmente tendrían en la escuela.
Algo que estamos intentando es revisar las mejores prácticas para el aprendizaje y las tareas en línea para asegurarse de que sus lecciones sean accesibles y relevantes para tantos estudiantes como sea posible.
4. Los estudiantes necesitan más estructura y apoyo
Muchos estudiantes dependen de la estructura y del apoyo presencial que ofrece la escuela para mantenerse al día con los deberes. El aprendizaje a distancia significa que los estudiantes deben ser más independientes y responsables de su propio aprendizaje. Las familias pueden estar tratando de ayudar, pero muchas también están tratando de hacer malabares con el trabajo mientras sus hijos aprenden en casa.
Una vez que los estudiantes pierden el ritmo y no entregan algunas tareas, puede ser desalentador intentar ponerse al día y pierden el interés.
Algo que estamos intentando es aclarar con antelación cuáles son las normas para las calificaciones y los deberes que no se entregan. Pero buscando formas de aliviar el estrés por las fechas de entrega y la cantidad de trabajo que queda por hacer. Mostrando a los estudiantes estrategias para hacer el trabajo más manejable, como dividir las tareas en partes. Nuestras maestras usan mensajes de video y podcast para comunicarse con los estudiantes que “desaparecieron”, para ayudarlos a reintegrarse después de semanas de no haber participado ni entregado sus deberes escolares.
5. Sus expectativas de participación no han cambiado
Sigue siendo importante establecer y reforzar expectativas explícitas sobre el comportamiento y la participación. Pero la participación puede lucir diferente cuando el aprendizaje es a distancia, y no solo porque su salón de clases se vea diferente. También es posible que luzca diferente dependiendo del estudiante.
Por ejemplo, las clases en vivo pueden presentar desafíos únicos para los estudiantes que piensan y aprenden de manera diferente. Los estudiantes que tienen dificultades para concentrarse y se distraen con facilidad, problemas para procesar la estimulación sensorial o más ansiedad por estar “expuestos” pueden comportarse de maneras que desafían la definición que tenemos de participación. Comportamientos como estar inquietos, apagar la cámara o estar moviéndose de lugar durante las sesiones de clase pueden parecer falta de interés. Pero eso es lo que deben hacer algunos estudiantes para poder participar en el aprendizaje.
Es importante reconocer que los estudiantes participan de maneras diversas. No esperamos que el compromiso y la participación tengan el mismo aspecto que antes, o que sea igual en cada estudiante.
Por cada una de estas situaciones, los maestros melgarinos estamos convencidos de que "Involucrar a los estudiantes durante el aprendizaje a distancia puede ser difícil, pero no imposible". ¡Vamos por más!